Monday, July 14, 2008

Sólo teníamos 37


Lo creí desde el momento en que lo mencionó Ray por teléfono. Su tono melancólico y sereno a la vez lo delató, como si nunca en su vida hubiera mentido, como si me lo dijera frente a frente y de manera trágica. -Aún no sé que pasó pero te mantengo informado-, sonó a través del auricular. Yo ya no estaba ahí... me había ido a los miles de minutos compartidos, los viajes, los juegos, las noches eternas en los coches patrullando la ciudad, las terribles serenatas, los sueños de jóvenes, la confianza, el compartir la vida y la eterna compañera del asiento trasero...la amistad.


Gabriel, te extrañé desde que te fuiste hacia el norte hace ya muchos años, tu terquedad y tu valentía te movían todo el tiempo. Luego te casaste y te quedaste a echar raices y a pintar de colores esa tierra árida y ya nada fue igual. Te extrañé y desde ayer te extraño de nuevo y tu ausencia me hace sentir lo terrible que es querer a un amigo y conocerlo desde las entrañas.


Buen viaje amigo mio, buen viaje Gabriel hermano, buen viaje, acá te lloramos inconteniblemente y te seguimos extrañando de nuevo...